El Cristo del Buen Fin ya tiene nuevo paso de misterio. Bueno, lo tendrá exactamente a partir de 2024, fecha en la que el crucificado saldrá acompañado por primera vez de las nuevas imágenes que realizará Darío Fernández. El imaginero sevillano presentó ayer la maqueta del nuevo misterio en la Iglesia Conventual de San Antonio de Padua. La composición contará con cuatro imágenes secundarias, exactamente igual que el misterio que realizó Álvarez Duarte, que dejó de procesionar en 1997. El Cristo que tallara Sebastián Rodríguez, irá acompañado por María Magdalena, Nicodemo, San José de Arimatea y un soldado romano.
La nueva composición que tendrá el misterio, una vez vista la maqueta, es espectacular. Supera cualquier expectativa que se pudiera tener respecto. Darío ha realizado un diseño fantástico en el que todo encaja. Las imágenes que acompañan al crucificado no le quitan ni un solo ápice de protagonismo, más bien lo realzan. El detalle de inclinar al Nicodemo, situado en la parte delantera, para no tapar al Cristo del Buen Fin y que sea él lo primero que se vea al ver venir el paso de frente, es extraordinario.
También es muy destacable la imagen de María Madgalena, que abrazada los pies de la cruz con sutileza. La conversación entre el solado romano y San José de Arimatea, en la parte trasera, competan un misterio maravilloso que ya deseamos ver en la calle. Ante un trabajo así, solo queda dar las gracias a su creador, Darío Fernandez. Las gracias y la enhorabuena.
Enhorabuena a Darío porque ya se merecía un proyecto así. Es un imaginero extraordinario que lleva muchos años realizando un trabajo fantástico y era de justicia que un paso de Sevilla llevara su nombre. Enhorabuena, además, porque el diseño y la composición final es exquisita. Un trabajo digno de un artista de los grandes.
También hay que dar la Enhorabuena a la Hermandad. Primero, por su valentía y firme decisión de recuperar el paso de misterio, ese que tanto echábamos de menos los cofrades. Segundo, por apostar por Darío para una tarea tan importante. Al final, todos hemos salido ganando. La cofradía tendrá un misterio fantástico, Darío, el reconocimiento que merece y los cofrades un motivo más para disfrutar Cristo del Buen Fin, aunque él, por sí solo, ya es el motivo de todo.
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