Tiene Antonio Machín una canción muy famosa que se titula “Angelitos negros”. En ella, el cantante y músico hispano-cubano hizo una especie de crítica al mundo del arte, alegando que los pintores nunca representan ángeles de color negro en sus diferentes obras. Lo cierto es que no le faltaba razón, pero en Sevilla hay una hermandad que se preocupó de cuidar ese detalle.
Es la Hermandad de las Siete Palabras, que en el primero de sus pasos, el del Señor de la Divina Misericordia, posee un pequeño detalle que en muchas ocasiones pasa desapercibido. Se trata de un pequeño querubín de color negro que se sitúa sobre la cartela que se encuentra en el costero derecho del canasto.
El ángel fue realizado por Rafael Barbero Medina en 1981. Este mismo autor, además, realizó las cuatro cartelas del paso que están situadas en la parte delantera y trasera del paso y en los dos costeros. Las cartelas representan a las imágenes del Cristo de las Siete Palabras, el Señor del Gran Poder, el Señor de Pasión y el Cristo de la Expiración (Cachorro).
La inclusión del pequeño ángel negro es un detalle a destacar con el que la hermandad se quiso acordar de todas las personas de color que, como diría Machín, están un poco olvidadas en el arte sacro. Este pequeño querubín se encuentra justo en el borde de la canastilla, muy cerca de los pies del Señor.
Es un complemento perfecto para el portentoso paso plateado de uno de los titulares de la Hermandad de las Siete Palabras. Seguro que después de conocer la existencia de este pequeño querubín, su presencia no pasará desapercibida la próxima vez que tengas la oportunidad de contemplar este fantástico paso durante el miércoles santo.
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