La Hermandad del Silencio preparó un altar extraordinario para la veneración de María Santísima de la Concepción con motivo del día de la Inmaculada. Una composición muy llamativa en la que se pudieron apreciar varios enseres de la cofradía, especialmente, dos muy concretos que tenían una disposición muy destacada en el conjunto, la espada y el cirio votivo.
Ambos enseres se encontraban escoltando la bandera blanca concepcionista, ubicada justo detrás de la imagen de la Virgen y desempeñando un papel importante en la composición del fantástico altar. Se trata de dos elementos de especial relevancia en la historia de la hermandad, aunque aún son muchas las personas que siguen sin conocer su verdadero significado. Son dos objetivos que nunca pasan desapercibidos durante la madrugá, pues forman parte del cortejo procesional.
La espada y el cirio votivo son utilizados por la Hermandad del Silencio para rememorar el voto de defensa del dogma de la inmaculada concepción que la cofradía hizo en 1615 por iniciativa de hermano mayor de aquel momento, Tomás Pérez. Se trata de un acontecimiento histórico para el cristianismo, pues la Hermandad de los Nazarenos de Sevilla fue la primera congregación que realizó dicho voto. Antes incluso que la Iglesia de Roma, que no promulgó el dogma de la Inmaculada Concepción hasta el 8 de diciembre de 1854 por iniciativa del papa Pío IX.
Los hermanos del Silencio, al hacer el voto de defensa del dogma en 1615, juraron defenderlo con su sangre si fuera necesario. La espada, por tanto, hace referencia a ese el compromiso extremo de defensa del voto, teniendo que empuñarla si fuera necesario para defender la limpia concepción de María. Durante la madrugá, el nazareno que porta la espada la sujeta con las dos manos y un paño en la empuñadura. Se trata de uno de los puestos más demandados en la Hermandad dentro del cortejo. También se utiliza en varios cultos como la reciente veneración de María Santísima de la Concepción.
El cirio votivo también se utiliza para rememorar el voto de defensa del dogma. Este se renueva todos los años y en él se puede apreciar la imagen de la Inmaculada, la fecha del voto (1615), la fecha actual y el escudo de la Hermandad. La junta elige cada año a un pintor destacado para que realice la imagen de la Inmaculada que aparece en el cirio. La entrega del mismo se realiza de forma íntima durante la cuaresma.
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