Es considerada santa por la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa y la Comunión Anglicana y en 1988, Juan Pablo II se refirió a ella como la «apóstol de los apóstoles» en su carta Mulieris Dignitatem. Las santas escrituras la describen como una discípula muy cercana a Jesús, con quien tenía un vínculo muy profundo y especial. De hecho, ella fue la primera testigo de su resurrección en la mañana de Pascua. Hablamos de María Magdalena, una de las figuras más conocidas de la historia del cristianismo.
Fue una fiel discípula de Jesus y estuvo muy presente durante la Pasión de Cristo. Desempeñó, además, un papel fundamental como acompañante de la Virgen María. Es por eso que el arte le ha dado especial trascendencia a su figura a los largo de los siglos. María Magdalena está muy presente en diferentes representaciones relacionadas con la vida y pasión de Jesús, tanto en la pintura como en la escultura. Pero antes de abordar ese tema, debemos acercarnos más a ella para comprender su importancia y desmentir alguna que otra gran mentira.
¿Quién fue realmente María Magdalena?
Nació en Magdala, una ciudad cercana al mar de Galiea, motivo por el que pasó a ser conocida como María ‘Magdalena’, en referencia a su lugar de procedencia. Era hermana de Santa Marta y San Lázaro, que fue resucitado por Jesucristo. Se sabe poco sobre su vida hasta que comienza a ser seguidora de Jesús. Su primera aparición en las santas escrituras viene de la mano de Lucas, que la menciona por primera vez en el versículo Lucas 8:1-3. «Poco después, él fue de ciudad en ciudad y de aldea en aldea predicando y anunciando las buenas noticias de Reino de Dios. Con él iban los Doce, así como ciertas mujeres que habían sido curadas de espíritus y malvados y de enfermedades: María, a quien llamaban Magdalena -de quien habían salido siete demonios-, Juana la esposa de Cuza -el encargado de la casa de Herodes-, Susana y muchas otras mujeres que usaban sus bienes para atenderlos», escribió Lucas.
Según este evangelio del nuevo testamento, María Magdalena comenzó a seguir a Jesús después de que este la ‘liberara de los siete demonios’. Se le han dado varias interpretaciones a esta afirmación, pero es complicado determinar una explicación exacta. Las siguientes menciones de María Magdalena en los evangelios se refieren a escenas relacionadas con la muerte y Resurrección de Jesús. De acuerdo con los evangelios de Marcos, Mateo y Juan, ella estuvo presenten durante la crucifixión y posterior sepultura de Jesucristo. Además, tuvo el privilegio de ser la primera testigo de la resurrección, hecho que afirman los cuatro evangelios. Después, fue la encargada de trasmitir la noticia a Pedro y al resto de apóstoles.
¿El evangelio de María Magdalena?
Existe un evangelio apócrifo gnóstico que fue hallado en 1896 y publicado posteriormente en 1955. De este evangelio se conservan pocos fragmentos, dos muy breves en griego y uno más extenso en copto. Los fragmentos que se conservan cuentan una especie de conversación entre los apóstoles. Este evangelio es conocido como el Evangelio de María Magdalena por que se hacen algunas alusiones a su nombre. ¿Lo escribió ella? Podría ser, pero es imposible determinarlo, ya que en el texto no se hace ninguna referencia al autor o autora. También existe mucha controversia en torno a su origen y, sobre todo, su fecha de creación. Algunos expertos afirman que el documento data del siglo II o III y otros aseguran que podría ser de los años inmediatos a la muertes de Jesús (30-180 d.C.). En cualquier caso, este evangelio fue descartado por la Iglesia católica.
¿Era realmente prostitura?
No. María Magdalena nunca ejerció esa profesión. La historia ha conseguido desmentir esa gran controversia que siempre ha estado en torno a su figura. Una afirmación sin fundamento se debe a que su nombre fue muy menospreciado durante los primeros años del cristianismo tras la muerte de Jesús. En el año 591, el papa Gregorio I Magno realizó una homilía en la que le atribuyó varios pecados: «Aquella a quien el evangelista Lucas llama la mujer pecadora es María Magdalena, de la cual son expulsados los siete demonios, y ¿Qué significaban esos diete demonios, sino todos los vicios?».
Aquellas palabras hicieron que la imagen de María Magdalena quedara muy deteriorada. Tanto, que la iglesia empezó a tildarla de pecadora y penitente. Se decía que comenzó a seguir a Jesús para poder liberarse de sus pecados y no por voluntad propia. También influyó mucho el hecho de que Magdala, su pueblo de nacimiento, fuera conocido en la época por tener varios burdeles y ser un lugar algo díscolo.
El intento de algunas personas de la iglesia por difamarla terminó dando resultado. La figura de María Magdalena ha estado manchada durante siglos por una atribución que no era correcta. Afortunadamente, varios años después, la iglesia hizo un esfuerzo por limpiar su imagen. En 1969, el papa Pablo VI le retiró el apelativo de ‘penitente’ del calendario litúrgico. Con esto, se especifica que María Magdalena ya no era considerada como una pecadora que seguía a Jesús para limpiar sus pecados, sino que comenzó a ser su seguidora por voluntad propia.
La Iglesia la consideró santa y fue limpiando su imagen de las mentiras y habladurías que se habían lanzado sobre ella sin ningún tipo de fundamento. De hecho, en muchos lugares se empezó a rendir culto a la figura de María Magdalena. En Arahal, por ejemplo, procesiona todos los años una talla de María Magdalena que, además, es patrona del pueblo. También hay procesiones de esta imagen en muchos pueblos y ciudades de España y Sudamérica. En Sevilla, incluso, hay un templo de gran importancia que lleva su nombre (Iglesia de Santa María Magdalena).
En 1988, como se refiere en el principio del texto, el papa Juan Pablo II afirmó que ella era «la apóstol de los apóstoles». Más recientemente, en junio de 2016, el papa Francisco I solicitó a la congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos que publicara un decreto para elevar la memoria de Santa María Magdalena al grado de fiesta en el calendario romano. De esta forma, su festividad se equipara a la del resto de apóstoles.
Actualmente, María Magdalena es considerada una santa que fue fiel seguidora de Jesús y no una pecadora con una vida díscola. La iglesia supo limpiar su mala fama y le dio la importancia que merecía dentro de la historia del cristianismo. Ella tuvo un papel muy destacado en la pasión, muerte y resurrección de Jesús y por eso, está presente en muchas representaciones del evangelio, como ocurre en la Semana Santa de Sevilla. Hasta 14 hermandades, que serán 15 próximamente, incluyen una talla de María Magdalena en alguno de sus pasos como imagen secundaria.
Hermandad de la Misión: Fue realizada por José Manuel Bonilla Cornejo en 1995. En el paso procesional, se encuentra a la izquierda del Señor, justo al lado de su mano izquierda. Se la puede distinguir fácilmente porque porta una aureola correspondiente a su condición de santa.
Hermandad de la Hiniesta: Posiblemente, una de las representaciones de María Magdalena más conocidas de la Semana Santa de Sevilla. Fue realizada por Antonio Castillo Lastrucci en 1944 en madera de cedro estofada y policromada. En el paso, aparece arrodillada a los pies del Cristo de la Buena Muerte. Es la única Hermandad que representa esta escena de María Magdalena sola ante Jesús. Además, es la única imagen de María Magdalena de talla completa.
Hermandad de Santa Marta: Fue tallada por Luis Ortega Bru en 1953, al igual que el resto de imágenes del misterio salvo Nuestra Señora de Las Penas y Santa Marta, que son de Sebastián Santos Rojas. La podemos ver cada lunes santo ubicada a la derecha del Señor de la Caridad, sujetando un pañuelo junto a la característica rosa roja que simboliza la gota de sangre derramada por Cristo. A diferencia de otras imágenes de María Magdalena, no porta aureola.
Hermandad de Las Aguas: La realizó Luis Álvarez Duarte en 1998 para sustituir a la anterior imagen de Antonio Eslava. Se encuentra en la parte trasera del paso, justo a los pies de la cruz del Santísimo Cristo de las Aguas. Es una imagen que destaca por la gran expresividad de su rostro. A diferencia de otras representaciones de María Magdalena, esta imagen no está mirando a Cristo, su mirada se dirige hacia abajo, lo que permite que las personas que contemplan el paso puedan ver su rostro de forma directa.
Hermandad del Buen Fin (Próximamente): Hasta 1997, la Hermandad del Buen Fin procesionaba con un misterio que incluía una imagen de María Magdalena realizada por Luis Álvarez Duarte en 1972. La imagen se encontraba arrodillada a los pies del crucificado. Ahora, el Santísimo Cristo del Buen Fin volverá a procesionar acompañado de imágenes secundarias a partir de 2024. Darío Fernández será el encargado de realizarlas. Entre ellas, estará una imagen de María Magdalena que se situará abrazando la cruz a los pies del Señor, exactamente igual que en el misterio anterior de la hermandad.
Hermandad de La Lanzada: Fue tallada por Juan de Astorga en 1810. Está realizada en madera de pino y mide 1,32m. En el paso, la imagen aparece arrodillada ante la cruz en brazos de María Salomé. Incluye también una aureola en su condición de santa. Una de las características más destacas de la imagen es que aparece con las manos entrelazadas.
Hermandad de las Siete Palabras: Fue realizada por Manuel Gutiérrez-Reyes Cano y procesionó por primera vez en 1866. La imagen destaca por sus ojos azules y su cabello natural. Se encuentra justo debajo del crucificado, al lado de la Virgen de los Remedios y San Juan.
Hermandad de la Quinta Angustia: Esta imagen data del siglo XVII y pertenece al taller de Pedro Roldán, el mismo imaginero que realizó la talla del Cristo del Descendimiento. La cabellera de la imagen, sin embargo, fue realizada por Vicente Rodríguez-Caso Giménez de Aragón en 1951 para sustituir a la cabellera de pelo natural que poseía la talla. En el paso, la imagen se encuentra a los pies del Señor, sujetando la sábana donde Jesús va a ser amortajado. Esta imagen de María Magdalena tampoco lleva aureola.
Hermandad del Valle: La imagen de María Magdalena que acompaña a Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro, realizada en 1799, procesionó junto a la Virgen del Valle y San Juan desde 1807 hasta 1903, recreando así la sacra conversación que se representa actualmente en la hermandad del Sol.
Hermandad de la Carretería: Tanto la imagen de María Magdalena como las de María Salomé y María Cleofás, fueron realizadas en 1690. La hermandad afirma que las tres salieron de la gubia de Luis Antonio de los Arcos y fueron incorporadas al paso en 1886. Se sitúan arrodilladas a los pies de la cruz. La imagen de María Magdalena destaca, sobre todo, por su cabello natural.
Hermandad de Montserrat: En el misterio de la conversión del Buen Ladrón, María Magdalena aparece arrodillada a los pies de la cruz sujetando el Cáliz que recoge la sangre de Jesús. La imagen data del siglo XVII y está atribuida al ilustre imaginero Pedro Roldán. Es otra de las muchas imágenes de María Magdalena que luce cabello natural.
Hermandad de la Sagrada Mortaja: Se dice que la imagen de María Magdalena y el resto de imágenes secundarias que acompañan a Nuestro Padre Jesús Descendido y María Santísima de la Piedad son obra del círculo de Pedro Roldán, finales del siglo XVII y principios del XVIII. La figura de María Magdalena aparece en la parte delantera del paso, junto a los pies de Cristo.
Hermandad de la Trinidad: María Magdalena aparece en el misterio del Santísimo Cristo de las Cinco Llagas. Es la talla más antigua de todo el conjunto escultórico. Según la documentación que posee la Hermandad, se encargó en el año 1807 para sustituir a otra imagen que fue reencarnada en 1746. La imagen tiene una altura de 1,28m y se encuentra arrodillada delante de la cruz sujetando el Cáliz con el que, de manera simbólica, recoge la sangre de Jesús. La imagen tiene cabello natural.
Hermandad del Sol: La talla de María Magdalena tiene un papel especialmente destacado en la Hermandad del Sol. Además de ser titular, forma parte de la sacra conversación junto a Nuestra Señora del Sol y San Juan Evangelista. Es, en este momento, el único palio de Sevilla que representa dicha escena. Fue tallada por José Manuel Bonilla en 2009. Se trata de la imagen más reciente de María Magdalena.
Hermandad del Santo Entierro: En esta hermandad también se representa la sacra conversación, pero en forma de misterio y con más imágenes secundarias. María Magdalena aparece a la izquierda de la Virgen de Villaviciosa. La imagen fue realizada por Juan de Astorga en 1829, al igual que todo el misterio salvo la talla de la Virgen, realizada por Cardoso Quirós en 1691. En esta ocasión, la imagen de María Magdalena también cuenta con cabello natural.
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