Paco Correro: «Las hermandades están entrando en una evolución muy importante en el mundo de la flor»
FOTO: Paco Correro realizando el arreglo floral de un paso.

Las flores son un elemento absolutamente imprescindible en la Semana Santa. Desempeñan un papel muy importante en los altares, en los cultos y en las salidas procesionales. Dan grandiosidad, vistosidad y color a los pasos, además de engrandecer aún más a las imágenes a las que acompañan. Lo sabe muy bien Paco Correro, florista de la localidad sevillana de Casariche que lleva 33 años combinando de forma profesional sus dos grandes pasiones, las flores y la Semana Santa.

A sus 53 años, Paco es un florista muy reconocido en la Sierra Sur de Sevilla con una gran experiencia en la profesión. Regenta una floristería familiar que durante la cuaresma y la semana santa trabaja para 23 hermandades y realiza el montaje de 17 pasos. Ahora, con una nueva Semana Santa a la vuelta de la esquina, Paco ha tenido el enorme placer de atendernos para hablar sobre la actualidad de la decoración florar y compartir algunas de sus experiencias.

¿Cómo empezó en el mundo de las flores?: “Pues empecé muy jovencito y estoy aquí dentro sobre todo por pasión a las flores. Aunque también he de reconocer que la pasión por las flores me viene a mí a raíz de mis vivencias cofrades. Desde chaval, desde niño, participaba dentro de la vida activa de varias hermandades del pueblo y fue donde empecé a acercarme al mundo de las flores”. Su pasión por el mundo floral y la Semana Santa comenzaron de la mano.

¿Qué valoración hace un experto del trabajo floral que se viene realizando en los últimos años? ¿Cómo está siendo la evolución?: “La valoración, desde mi punto de vista, es muy positiva. En los últimos años, el avance de la florística cofrade ha sido grande y muy importante. Después de unos años en los que los floristas nos habíamos anquilosado y nos habíamos estancado en unos arreglos completamente clásicos, muy poco movibles, con muy poca vida. De unos años hasta aquí la evolución es muy importante”.

La formación de los floristas ha sido clave en esta evolución: “La evolución se debe, principalmente, a la formación que los floristas estamos teniendo y estamos recibiendo en los últimos años. Hoy en día contamos con organizaciones y asociaciones que están apostando mucho por la formación de los floristas. Yo me estoy formando, principalmente, a dos bandas. Desde los cursos de formación que nos aporta nuestra asociación de Interflora y también desde la escuela andaluza de arte floral, que es una organización muy importante en Sevilla. Que además se está preocupando de que nuestra formación avance y de que seamos floristas con una preparación muy actual”.

Dicha evolución está muy presente en la actualidad: “Esto, como es lógico, está influyendo en los arreglos de la Semana Santa. Cualquiera que sea un poco cofrade y un poco observador, cuando lo ve se dará cuenta que las hermandades están entrando en una evolución muy importante en el mundo de la flor. Se están viendo arreglos verdaderamente espectaculares. Hechos con muy buen gusto. Y se están integrando dentro del mundo de la Semana Santa variedades de flor que hace unos años eran impensables. Hace 10, 12 o 15 años, por ejemplo, los arreglos florales se basaban exclusivamente en el clavel, gladiolos, algunas rosas y poco más. Hoy se están incorporando variedades exóticas que están dando muy buen resultado en el tema de los arreglos florales en Semana Santa”.

Como florista, ¿Piensa que su profesión no tiene el reconocimiento que debería dentro de la Semana Santa?: “Tengo esa percepción, pero quiero puntualizar un aspecto. Los floristas, hoy por hoy, somos conscientes de que nuestro cometido dentro de la Hermandad es exornar un paso lo más bello y lo más bonito posible para que se pueda admirar y contemplar lo mejor posible a la imagen. Pero nuestra obligación es acompañar. Nuestra obligación no es, ni muchísimo menos, que nuestro exorno floral interfiera en esas miradas de fe y devoción que los cofrades tienen hacia sus imágenes. Entonces, ¿Qué los floristas estamos pasando un poco desapercibidos? Sí, esa percepción la tengo yo también. Pero quizás esté dentro de nuestros objetivos el no llegar a tomar nosotros un protagonismo que jamás debe salir del ámbito de la fe y de la devoción hacia la imagen”.

¿Los floristas deben ser atrevidos y arriesgados a la hora de realizar un exorno floral o se debe respetar un estilo clásico?: “Los floristas debemos estar al día y debemos buscar la evolución. Yo soy un florista que intento siempre ir avanzando, buscando la evolución, nuevos estilos y nuevas variedades. Pero hemos de tener mucho cuidado porque nosotros debemos tener siempre muy presente el estilo de la hermandad. Si una hermandad de corte serio, sobrio y clásico, nosotros no podemos romper eso con nuestro trabajo. Dentro de eso hay determinadas integraciones que se pueden ir haciendo. Te puedo poner un ejemplo. Una hermandad con un estilo muy definido y arraigado es la Hermandad de la Esperanza Macarena. El palio sigue manteniendo sus clásicas piñas de clavel blanco, exclusivamente blanco, en forma de fanal. Pero los floristas que trabajan con la hermandad de la Macarena, desde unos años hasta ahora, están intentando incorporar pequeñas innovaciones. Pero que no rompan, por supuesto, el clasicismo de esa hermandad. Nosotros somos floristas innovadores, nos gusta la innovación, aportar un toque de modernidad, pero teniendo muy presente que no podemos romper el estilo de la hermandad con nuestro trabajo”.

El exorno floral que pudimos ver la pasada semana santa en el misterio del Beso de Judas fue el ejemplo perfecto de lo que supone innovar y arriesgar en la Semana Santa. ¿Qué le pareció?: “Con respecto a ese arreglo, a mí me gustó muchísimo. Era un arreglo muy trabajado. Conozco personalmente a los floristas que diseñaron y realizaron el arreglo. De hecho, como dato anecdótico, yo ya tenía unas nociones de por dónde iba el arreglo antes de la salida. Es cierto que esto, en el mundo florístico, se intenta mantener completamente en secreto. Sobre todo, por respeto a la hermandad, pero bueno, eran compañeros y amigos. Habíamos hablado en los días previos porque ellos eran conscientes de que el paso que iban a dar era arriesgado. A mí me gusto. Porque además es una hermandad a la que un arreglo de este tipo le funciona perfectamente. Yo pienso que, en el mundo florístico en Semana Santa, también hay momentos en los que determinadas hermandades, determinados pasos o determinados floristas, debemos apostar por arreglos de ese tipo”.

Hablamos de uno de los arreglos más llamativos de los últimos años: “Pienso que es uno de los grandes trabajos que se ha hecho en arte floral cofrade en los últimos años. Hay que empezar a ser arriesgado, ¿No? Recordemos, por ejemplo, cuando el Señor de la Sentencia de la Hermandad de la Macarena estrena la túnica fucsia y plata (Año 2015). Fue algo muy arriesgado, sin embargo, aquella túnica es una de las mejores piezas que tiene no sólo la Hermandad, sino la Semana Santa de Sevilla”.

¿Hay algún paso cuyo arreglo floral le haya sorprendido especialmente en los últimos años?: “Hay varios. Muchos. Por ejemplo, el misterio de Jesús Despojado me sorprende todos los años. Siempre con un arreglo de línea clásica, con una variedad distinta de flor y con una cromática impresionante. Yo ese paso siempre estoy deseando verlo, o incluso intentar coger algunas pistas los días previos con los compañeros sobre lo que va a llevar. También los dos pasos de la Hermandad del Polígono de San Pablo sorprenden todos los años. En Triana también se hacen unos arreglos fantásticos, como la Hermandad de la Estrella. El misterio ha llevado arreglos muy bonitos”.

Aunque hay uno que le sorprendió y gustó mucho: “Me gustó muchísimo el arreglo del pasado año del Santísimo Cristo de las Tres Caídas. Fue un arreglo algo arriesgado que, quizás, entre el público cofrade pudo pasar un poco más desapercibido, pero que entre los floristas nos llamó muchísimo la atención. Se habían escogido hasta siete variedades distintas de flor para trabajar en cuatro alturas distintas. Iban, por ejemplo, unas orquídeas en rojo preciosas con una selección fabulosa. Sin embargo, como flor preminente en el arreglo se utilizó el clavel. El clásico clavel andaluz. Ese que tanto ha dado de sí en la Semana Santa de Sevilla. Era un arreglo con unas variedades impresionantes que cualquier florista, como yo, hubiera hecho al revés. Es decir, colocar el clavel como flor de fondo, hubiese sido la última capa. Sin embargo, los floristas que lo hicieron, mi amigo Julio Boza, Luis Santos y Guillermo Laso, tomaron la determinación de hacer justo lo contrario de lo que todos los demás hubiésemos pensado. El clavel fue el protagonista del arreglo y a mí eso me marcó. A mí quizás no se me hubiera ocurrido nunca”.

También hay hermandades que, quizás, no estén cuidando demasiado el arreglo floral de sus pasos en los últimos años, ¿Verdad?: “Sí, por supuesto que sí. Hay pasos que en la calle están dejando mucho que desear. De estos no voy a mencionar ninguno, lógicamente (Entre risas). Quizás, en algunas de estas hermandades la culpa puede venir a raíz de que la propia hermandad encasille al florista, le diga lo que tiene que hacer y que de ahí no se mueva. Algo que, bajo mi punto de vista, es un error. Yo lo equiparo, por ejemplo, al error que cometen muchas Hermandades, muchos capataces o muchas cuadrillas de costaleros con las bandas de música. En muchas ocasiones las llevan amarradas. Aquí tocas esto, aquí tocas esto y aquí tocas esto. Hay que dejar que el profesional de la música sepa lo que tiene que hacer. Hay hermandades que también deben hacer eso con los floristas. Deja que el profesional sepa lo que tiene que hacer. Es cierto que bueno, no vamos a negar que por ahí no haya floristas que no tenga una formación actualizada. Puede ocurrir, sí, pero en la mayoría de los casos, los floristas andaluces tenemos una buena formación y las hermandades deberían tender a darnos un poco de rienda suelta. Confiar en nosotros y que seamos nosotros los que, en cierta medida, digamos qué es lo que hay que hacer en un paso y no al revés. Hay hermandades que están cometiendo errores en este aspecto. Aunque es cierto que el florista pasa un poco desapercibido, el arreglo florar no. Y cuando se comete un error en un arreglo floral se nota mucho en la calle. El público cofrade lo nota mucho”.

Como cofrade reconocido, ¿Sería un sueño llegar algún día a la Semana Santa de Sevilla?: “La verdad es que sí. De hecho, se me ha dado la oportunidad de participar desde dentro en la Semana Santa de Sevilla y de unos años aquí se me ofrece. Pero es cierto que yo tengo una cartera de clientes muy arraigados. Son 33 años de negocio y tengo varias hermandades con las que llevo trabajando 33 años. Entonces, abrir un hueco para nosotros poder entrar a trabajar en la Semana Santa de Sevilla es complicado para nosotros. Valoramos mucho la fidelidad de los clientes, porque nosotros no sólo vivimos de las flores en Semana Santa, vivimos de las flores todo el año. Muchos de los hermanos de esas hermandades son los que tienen que ser nuestros clientes de todo el año. Entonces, no nos podemos permitir el lujo de abandonar a una de nuestras pequeñas y humildes hermandades de pueblo por el sueño de realizar algún trabajo en Sevilla”.

Aunque este año, con el Santo Entierro Magno, se ha abierto una posibilidad: “Este año lo estamos estudiando participar en Sevilla porque va a haber dos días muy complicados en el aspecto del trabajo para los floristas. Son el Viernes Santo y el Sábado Santo con el Santo Entierro Magno. Hay 12 pasos de los cuales 10, seguramente, cambiarán el arreglo florar por completo de un día para otro. Hay compañeros que están desbordados y alguna mano vamos a echar. Será una cosa muy esporádica, porque nosotros tenemos que atender nuestra Semana Santa. El año pasado servimos flores para 23 pasos y montamos, además, 17 de ellos. Para una floristería pequeña como la nuestra, sólo esto nos permite tener la semana más que cubierta. Este año nos estamos planteando eso. Uno de los compañeros, que lleva varios años ofreciéndonos que participemos con ellos en los trabajos de la Semana Santa, nos lo ha vuelto a ofrecer y, este año, nos sabe mal decirle que no. Intentaremos buscar un hueco para poder echarle un cable en esos días con algún arreglo que se tiene que volver a cambiar para la participación en el Santo Entierro Magno”.

Si le dieran la posibilidad de elegir un paso de la Semana Santa de Sevilla para poder realizar el exorno floral, sólo uno, ¿Cuál sería?: “Es una pregunta complicada. Aquí hay una divergencia entre los sentimientos cofrades, la fe y la devoción y la profesionalidad. Por sentimientos, te diría sin lugar a duda Esperanza Macarena. Soy macareno y por sentimiento sería así. Si fuera por profesionalidad, quizás me iría a otro paso que pudiera dar más juego para el arreglo floral. Si me dejas un paso como un lienzo en blanco para que yo haga lo que quiera, yo soñaría con tener entre mis manos con completa libertad el paso alegórico de la Trinidad, el Sagrado Decreto. Todos los años lo observo y pienso que es un paso muy agradecido. Se puede trabajar muy bien y se le puede sacar mucho rendimiento”.

La Esperanza Macarena es muy importante para Paco. Se trata de una de las grandes devociones de su vida: “Yo, a lo largo de mi vida, con la Esperanza Macarena, he tenido una evolución que me ha ido llevado a quererla cada día más. Yo recuerdo a la Esperanza Macarena desde niño pequeño por una postal antigua que rodaba por casa de mis padres y que aún se conserva en un antiguo álbum de fotos en casa de mi madre. Los avatares del destino me llaman a hacer el servicio militar en Sevilla. Yo estaba en un acuartelamiento en Bellavista. La primera salida que hago de paseo por la tarde me cogí un autobús, después anduve un poco y, o bien por los avatares del destino o bien porque ella me estaba llamando, aparezco delante del atrio de la Basílica de la Macarena. Aquel día, cuando yo conozco en persona a la Esperanza Macarena, me enamoré de ella. Luego, en estos últimos años, ella también me ha llenado mucho. Mis hijas, desde hace varios años ya, viven el en Barrio de la Macarena, muy cerca de la Basílica. El primer día que mi hija mayor se fue a estudiar a Sevilla y la llevamos al barrio de la Macarena, lo primero que hice fue acércame y decirle: «Aquí te la dejo, cuídamela». Cuando se fue la pequeña hice lo mismo. Y me las está cuidando. Considero que ella es su guía y su ayuda. Yo voy mucho por Sevilla y me parece un poco impensable estar por allí cerca y no acercarme a la Basílica. Muchos días ni siquiera llego a entrar, simplemente me asomo desde la puerta, cruzamos una mirada y continuamos, pero sí, es la principal devoción que reina en mi corazón. Hay más, pero la principal es esa”.

¿Cuál diría que es la flor que más simboliza y representa la Semana Santa?: “Es complicado determinarlo. Sobre todo, por lo que hemos hablado con anterioridad. Hoy en día se están integrando muchas variedades nuevas de flor. Se está trabajando con flores exóticas. Además, con una curiosidad que te voy a comentar. Se están trabajando muchísimas variedades de flores locales, nuestras, de Andalucía. Antes, para trabajar una flor exótica, había que importarla a través de otros países como Holanda. Yo voy todas las semanas a la costa noroeste de Cádiz, por Sanlúcar y Chipiona, y allí hay muchas empresas de floricultura y producción de flor. Hoy en día, allí puedes encontrar muchísimas variedades que se están cultivando en nuestra tierra. Entonces, es difícil definir una flor como propia de la Semana Santa. Tirando un poco de mis gustos personales, una flor que se identifica mucho la Semana Santa y que mí me encanta es el iris morado. El lirio morado. Soy un enamorado de esa flor. Mi mujer, de hecho, se enfada mucho conmigo porque cada vez que voy a Chipiona a comprar flores siempre compro iris (Entre risas). Además, he estudiado muchísimo sobre esa flor”.

¿Cómo es el proceso de diseñar un arreglo floral?: “Es un proceso muy relativo. A veces imaginas un arreglo y comienzas a hacer pruebas. A lo mejor incluso un año antes. Después, estás deseando llegar a la Hermandad con la propuesta. También hay que decir que, cuando nosotros presentamos una propuesta a la hermandad, no sólo se ha estudiado, trabajado y diseñado, sino que también las probamos. En mi caso, por ejemplo, casi todas las pruebas que realizo son en la última planta de mi casa, en mi terraza. Allí se puede ver cómo es la flor con luz del día y con luz de la noche. Se hacen muchas pruebas e intentamos no dejar nada al azar. También hay pasos en los que te cuesta trabajo imaginar el arreglo y el diseño. Nosotros, por ejemplo, tenemos carta blanca en una de las hermandades en las que trabajamos. Hasta el punto de que incluso no es necesario presentar el diseño previamente. Eso supone una gran responsabilidad porque a veces no sabes si te estás quedando corto o si te estas pasando. También tengo buena ayuda. El equipo de centro flor lo componemos los cuatro miembros de la familia. Cada uno aporta sus ideas y somos capaces, entre los cuatro, de ir cogiendo algo de cada una. De momento, nos va resultando”.

¿Cómo se presenta la próxima semana santa?: “Se presenta prácticamente igual que la pasada. Con la particularidad de que tenemos unos compañeros en Sevilla que nos han pedido echarles un cable con el tema del Santo Entierro Magno y estamos intentando reestructurar horarios para ver si podemos abrirnos un claro de ocho o nueve horas que necesitamos para ir a Sevilla, trabajar y volver. Ya tenemos el trabajo cerrado con prácticamente todas las hermandades. El tema del diseño también está prácticamente finalizado a falta de que algunas hermandades en sus cabildos nos den su aprobación. Estos días también son un poco cargados de trabajo por el tema de cultos de hermandades, altares, besamanos y demás. En estos días ya no falta el trabajo para Semana Santa”.

¿Un deseo para la Semana Santa de 2023?: “Que todo salga bien. Este año será más complicado encajar el trabajo para nosotros porque mis hijas, por ejemplo, ya tienen otro tipo de obligaciones. Ellas son floristas vocacionales, pero no profesionales. Tienen sus obligaciones. Pero tenemos buenas perspectivas. Hay una cosa que me llena mucho y es que, cuando doy vueltas por los campos de flores de floricultores, veo plantaciones muy buenas este año. Muy buenas variedades de flor sembrada. Contaremos con variedades que, algunas de ellas, se van a experimentar este año porque son variedades que por aquí no se tenían y son nuevas. La verdad es que tengo muy buenas sensaciones de la semana santa de este año”.

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