La Hermandad de la Sagrada Mortaja es una de las corporaciones más clásicas y tradicionales de la Semana Santa de Sevilla. Una cofradía llena de simbolismos y detalles que no pasan desapercibidos, como el muñidor que precede al cortejo o el otro elemento tan característico de esta hermandad, los dieciocho ciriales que anteceden al paso de misterio.
La pregunta, al ver tal cantidad de ciriales, es inevitable. ¿Por qué 18? La respuesta aceptada por la sapiencia popular dice que ese número corresponde a las personas que asistieron o estuvieron presentes en el entierro de Jesús. Es una respuesta tan repetida y afirmada que siempre se da por buena y válida, ¿Pero es realmente este el motivo?
Lo cierto es que no se puede afirmar a ciencia cierta que eso sea así. Si acudimos a la Biblia, el recurso de referencia en aspectos relacionados con la vida de Jesús, vemos que en ninguno de los cuatro evangelios se dice que fueran dieciocho las personas que acudieran al sepelio de Cristo. Podemos pensar que fueron siete las personas que sí pudieron estar presentes. La Virgen María, San Juan, María Magdalena, María Salomé, María Cleofás, San José de Arimatea y Nicodemo. Nos faltarían, por tanto, once personas.
Lo lógico y razonable sería pensar en los apóstoles, pero debemos tener en cuenta algunos detalles. Cuando Jesús fue capturado, los apóstoles se escondieron. Sólo Juan, que estuvo presente durante toda la pasión, y Pedro, que protagonizó el momento de las negaciones, aparecen de forma explícita durante las escenas de la pasión. De hecho, cuando Jesús resucita y va al encuentro de sus apóstoles, estos se encuentran juntos y escondidos. Estaban perseguidos, lo que hace que resulte difícil imaginar que se expusieran de forma pública acudiendo al entierro de Jesús.
Si obviamos esto y damos por seguro que sí acudieron al entierro nos seguiría faltando una persona. De los doce apóstoles no podemos contar ni a Juan (Que ya fue nombrado anteriormente), ni a Judas Iscariote, que se quitó la vida tras entregar a Jesús. Por tanto, nos quedan diez apóstoles, que sumados a las siete personas que nombramos anteriormente daría un total de diecisiete. Faltaría aún una persona.
No puede ser San Juan Bautista, que fue decapitado antes de la Pasión de Cristo. La otra opción podría ser Santa Marta, que además aparece en el misterio de la hermandad que lleva su mismo nombre, pero con los sagrados evangelios en la mano tampoco se puede confirmar. De hecho, Santa Marta sólo aparece en dos ocasiones en el evangelio y ninguno hace referencia al entierro de Jesús.
La hermandad tampoco ha podido confirmar que los dieciocho ciriales se refieran al número de personas que asistieron al entierro del Señor. De hecho, no tienen ningún documento ni prueba que confirme el motivo por el que la cofradía utiliza tal cantidad de ciriales.
Otra teoría afirma que los dieciocho ciriales tienen su origen en la relación secular que existía en la antigüedad entre la Hermandad y el Gremio de Escribanos que había en la ciudad. Tras la Reconquista, se dice que en Sevilla había dieciocho escribanías, que posteriormente pasaron a veinticuatro. Puede que cada cirial representara a cada una de las escribanías. Esta teoría, al igual que la anterior, tampoco ha podido ser confirmada por la hermandad.
Paco Illescas, mayordomo de la hermandad, habló sobre este tema en una entrevista realizada por EuropaSur en 2018. “Respecto al número de ciriales existen dos versiones; una más prosaica y otra más cercana a la leyenda, que es la que preferimos”, afirmó el mayordomo.
Son dos las teorías existentes y ninguna ha podido ser confirmada. Mientras la hermandad no lo demuestre a través de algún documento o dato, el origen de una de las curiosidades más populares de la Semana Santa de Sevilla seguirá siendo un misterio.
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