Los guardianes del Museo
FOTO: amarguras.es

El imponente y portentoso Cristo de la Expiración del museo no recorre las calles de Sevilla solo. Cada Lunes Santo, la imagen que tallara Marcos Cabrera en 1575 procesiona escoltado por cuatro evangelistas que se reposan en las esquinas del paso. Cuatro imágenes de pequeño tamaño que en ocasiones pasan desapercibidas por la gran atención que causa el crucificado al que acompañan, pero hablamos de cuatro imágenes con un peso muy importante en el patrimonio artístico y cultural de la Semana Santa de Sevilla.

La inclusión de los evangelistas es, posiblemente, el recurso más utilizado en los pasos de misterio y en los pasos de Cristo de Sevilla. Ellos fueron los que escribieron las escenas que hoy se representan en todos los pasos. Gracias al testimonio de Juan, Lucas, Marcos y Mateo, podemos conocer cada detalle de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Sería muy difícil concretar en qué paso se utilizaron imágenes de evangelistas por primera vez. Los pasos han experimentado muchos cambios a lo largo de la historia y algunos no están documentados, pero sí hay constancia de que estas cuatro tallas de evangelistas que fueron realizadas a finales del siglo XVIII. Algunos expertos señalan que fueron realizadas, en un principio, para la Hermandad del Amor, pero desde hace muchísimos años están en posesión de la Hermandad del Museo. Todas ellas fueron talladas por uno de los imagineros más importantes del barroco español, Francisco Ruiz Gijón, que por aquel entonces acababa de realizar la talla del Santísimo Cristo de la Expiración (Cachorro).

El imaginero utrerano realizó las cuatro imágenes entre 1695 y 1700. Son tallas de madera policromada con una altura de unos 85 centímetros. Poseen, además, una aureola dorada por su condición de santos. Cada imagen representan a un evangelista que sosteniendo un libro en la mano izquierda y una pluma dorada en la mano derecha. Los cuatro, además, llevan debajo el atributo que les representa: Juan un águila, Lucas un toro, Mateo un ángel y Marcos un león. Como curiosidad, en los libros de los evangelistas aparece escrito el versículo en latín del momento de la expiración de Jesús. En cada libro viene escrito el versículo que corresponde a cada evangelista.

La ejecución de las imágenes muestra a Ruiz Gijón en toda su grandiosidad. La técnica y la definición de los detalles es extraordinaria. Especialmente los rostros, las manos y las ondulaciones de la ropa. Los paños que tiene cada imagen están tallados como si flotasen alrededor de la misma. La expresividad de los rostros también es muy significativa. Todos miran al cielo con gesto de sorpresa y estupor. A pesar de que cada imagen cuenta con un libro y una pluma, ninguna está en disposición de escribir.

Otro rasgo muy característico de Ruiz Gijón que podemos ver tres de las cuatro imágenes es la barba (Juan no tiene). Son muy profundas y largas con mechones ondulados muy detallados. Lo mismo ocurre en los tallados del pelo. La fuerza de la mirada, directa y penetrante, también es muy característica y llamativa. La policromía de las imágenes también es extraordinaria, especialmente en los ropajes. Todos llevan una túnica y un paño alrededor que cuentan con detalles dorados.

Se trata de cuatro imágenes con un valor incalculable. Primero, por su fantástica ejecución y estado de conservación. Segundo, porque forman parte de la obra de uno de los imagineros más importantes de la historia del arte de nuestro país, como Francisco Ruiz Gijón. Los evangelistas fueron restaurados en 1967 por Sebastián Santos Rojas y posteriormente en 2001 por Francisco Berlanga.

En Semana Santa, las cuatro imágenes se encuentran ubicadas en las esquinas del paso de Cristo, justo debajo de los candelabros guardabrisas, pero no es necesario esperar al Lunes Santo para contemplarlos. Los cuatro evangelistas se encuentran colocados durante todo el año junto al retablo donde se encuentran el Cristo de la Expiración y la Virgen de las Aguas, en la Capilla del Museo. La Hermandad, además, utiliza a los evangelistas para decorar algunos altares de los triduos. También han estado presentes en varias exposiciones como la de 2007 titulada ‘100 años de investigación del Patrimonio Artístico y Cultural’ e ‘In Nomine Dei’, la exposición organizada por el Consejo de Hermandades y Cofradías en 2021.

De entre todos los tesoros con los que cuentan las hermandades de Sevilla, los cuatro evangelistas del Ruiz Gijón son uno de los más destacados. Su autor, su belleza y su fantástica ejecución así lo demuestran. Son el acompañamiento perfecto para el Cristo de la Expiración, al que acompañan cada Lunes Santo por las calles de la ciudad.

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